“Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él.”
Immanuel Kant
Las áreas de Filosofía, Ética y Educación Religiosa (FER) del Instituto Pedagógico Nacional se definen como fuentes esencialmente humanísticas que tienen como premisa fundamental la promoción y desarrollo del estudiante en sus distintas dimensiones, a partir de los enfoques y contenidos temáticos de las tres áreas que integran el núcleo (…) El docente de estas áreas en el Instituto Pedagógico Nacional es un licenciado o un profesional en filosofía o en teología, especialista, magíster o PhD en estas disciplinas, quien, a partir de convicciones éticas y humanas, asume la vocación de acompañar y orientar los procesos de formación académica, social y emocional de los estudiantes. Es una persona comprometida con la construcción de una sociedad inclusiva, tolerante y respetuosa de la diversidad como pilar fundamental del Proyecto de Nación. Es un maestro crítico, reflexivo y creativo con una profunda sensibilidad social. Es un maestro en continuo aprendizaje, con un alto sentido de pertenencia a la institución, que ve en la investigación una oportunidad para innovar la acción educativa. (F.E.R, 2022, Pág. 17)
Filosofía:
El área de Filosofía en el IPN se define como un espacio de saber teórico, práctico y creativo, que busca el desarrollo del pensamiento para la comprensión e interpretación de contextos, textos, sujetos, saberes, realidades y problemáticas. Es la oportunidad para configurar un estilo de vida en el cuidado de sí, de los otros, de las cosas, como descubrimiento de la sensatez, la prudencia y el sentido de la vida. Es apertura al asombro, la reflexión, la problematización e investigación acerca de la propia existencia, en diálogo hermenéutico con las grandes problemáticas de la tradición filosófica. (F.E.R, 2022, Pág. 24)
Ética y valores humanos:
La formación ética en el IPN requiere ser vista como un todo de sus diferentes y necesarios niveles: 1. el cognitivo (uso de la razón en el conocer y en el establecer un orden y sentido del mundo, del cual se sea responsable; 2. el afectivo (autoestima, las pulsiones sentimentales, amores y odios); 3. la educación habitual o hábito (predisponernos para actuar de determinadas maneras con cierta flexibilidad como regularidad) y forjar carácter o construir manera de ser ante cada una de las situaciones concretas del individuo. Por tanto, la formación ética y moral debe ser asumida por el IPN como un reto tendiente a generar cambios en las relaciones que se dan dentro de la comunidad. Dicho reto debe llevar así mismo a “pensar la institución como laboratorio social en la cual se propicien experiencias para el reconocimiento del otro, la aceptación de la diversidad cultural, la tolerancia, la búsqueda de modelos de convivencia y la negociación como mecanismo para el tratamiento de los conflictos, en la perspectiva de la concertación”. (F.E.R, 2022, Pág. 97)
Educación religiosa escolar:
El área de Educación religiosa busca proporcionar a los estudiantes una formación humanística que favorezca su proceso de crecimiento personal, a la vez que le presenta los elementos epistemológicos, antropológicos, teológicos, psicológicos, gnoseológicos y espirituales fundamentales en la comprensión del hecho religioso. (F.E.R, 2022, Pág. 46)
Además, las tres áreas escolares constituyen un espacio interdisciplinar en donde los diferentes saberes de los maestros entran en diálogo y fortalecen las dinámicas institucionales. La formación de los docentes ha permitido participar en diferentes eventos, los cuales le han dado la posibilidad al Instituto de posicionarse a nivel local y nacional. Ellos cuentan con estudios posgraduales enfocados en la escuela desde múltiples miradas tales como posgrados en pedagogía, lúdica, ética y estudios políticos, entre otros.
En estas áreas prima el intercambio de saberes propios de la pedagogía crítica. En los espacios escolares se tiene como valor fundamental la diversidad y la pluralidad. En particular, la educación religiosa escolar está basada en la tolerancia y el respeto por la diversidad que invita a espacios de diálogo, crítica e investigación sobre el fenómeno religioso presente en las diversas culturas. Los encuentros en FER promueven los derechos humanos, la democracia y la ciudadanía participativa. Así mismo, se tienen como axiomas fundamentales para la escuela, desafíos propios de la historia moderna y contemporánea: la ciudadanía participativa, la racionalidad, la argumentación, la libertad de culto y la libertad de cátedra.
