La música, como medio de expresión, tiene cualidades que se asemejan a un lenguaje. En este sentido, posee elementos tanto verbales como no verbales, posibilidades creativas y elementos estructurales. Por medio de su proceso de enseñanza-aprendizaje se posibilita el conocimiento de otras culturas, en el marco de la interculturalidad y desde una visión crítica de la transculturalidad, mediada por diálogos interdisciplinares, sirviendo no solamente a su propósito de desarrollar destrezas disciplinares y competencias básicas, sino que genera el ambiente propicio que estimula la indagación, la creatividad y aporta en la formación de autoconfianza e identidad. (Vinsonneau, 2002). Adicionalmente, la educación a través de la música aporta al estudiante la capacidad de aprender a escuchar al otro, elemento fundamental que atañe a la convivencia y a la vida en comunidad.
“La música favorece el impulso de la vida interior y apela a las principales facultades humanas: la voluntad, la sensibilidad, el amor, la inteligencia y la imaginación creadora. Por ello, la música es considerada casi unánimemente como un factor cultural indispensable”. (Willems, 1969)
Desde sus inicios, el Instituto Pedagógico Nacional ha impulsado la educación musical como factor importante en la formación integral de sus estudiantes. Con la llegada de la Misión Alemana se hizo énfasis en desarrollar actividades musicales a través de estrategias como talleres rítmico- melódicos, usando el método instrumental Orff, el cual es incorporado al currículo desde preescolar hasta media y educación especial e incluye también la formación a docentes de otras áreas y niveles de la Institución.
El plan de estudios del IPN incluía un buen número de horas para el trabajo musical en todos los niveles, tanto para clase en aula como para el acompañamiento de actividades extracurriculares (danzas). Adicionalmente, las alumnas tenían la oportunidad de hacer gimnasia rítmica, salir a excursiones, asistir y ofrecer sus propios conciertos, participar en tertulias literarias y montar obras escénico-musicales. Desde ese entonces y fieles a la tradición, herencia y legado cultural, el Instituto Pedagógico Nacional, declarado Patrimonio Histórico y Cultural de la Nación a través de la Ley 1890 del 10 de mayo de 2018, se ha caracterizado por ser un centro educativo en el que la educación musical ocupa un lugar preponderante en la formación escolar.
Es así que el trabajo realizado en cada uno de los grados da cuenta del nivel que alcanzan los estudiantes a lo largo de su vida escolar, lo que da origen a la conformación de los diferentes grupos institucionales como las Orquestas de Primaria y Bachillerato, la Orquesta Latina, el Grupo de Rock, el Grupo de Jazz, la Banda Marcial Infantil, la Orquesta de Educación Especial, el Semillero de Violines y la Kamerata, liderados por los profesores del área, quienes siempre se han distinguido por su profesionalismo en el quehacer pedagógico y su alto nivel de exigencia académica y disciplinar, y cuyo objetivo compartido es hacer que los niños y jóvenes amen y disfruten de la música.
En los siguientes enlaces se pueden apreciar algunas muestras musicales institucionales: